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Murió poco después, y fue enterrado por los ancianos que habían quedado en la ciudad. Atribuyo este hecho a la hábito de salar a los recién nacidos.
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Lleva actualmente una vida próspera en una ciudad de América del Norte. Armenio de origen, Sarkiss Pogossian nació en Turquía empero pasó su infancia en Transcaucasia, en la ciudad de Kars. Su lento, corto y bausán caminar, mirando en rededor, le daban un aire de otro tiempo, fuera del presuroso y enloquecido mundo moderno. De acción, las escuelas municipales estaban entonces organizadas de una manera absurda. Iba a verlos a menudo, y una vez presentado a sus familias, tuve entrada en casi todas las casas de ese barrio.
Inicio de sesión
Los pinos se veían cercanos e intensos. La mirada era intensa en vida. Entre ellos había un viajante de comercio que la sedujo y la llevó a San Petersburgo. Habían construido en un rompeolas natural, quitando hermosura y encanto al lugar. Las personas iban sosegadas y hablando poco. Las luces iban encendiéndose y el frío apremiaba. Aprobación Que Quieren.
Navegación
Por su gran altura, el aire lo empujaba fuertemente; tenía algunas hojas rojizas; sus grandes y robusta ramas, se enlazaban hacia arriba, sobresaliendo de las casas. Me levanté dócilmente y sin entrar en explicaciones con los compañeros que el azar nos había brindado para liquidar el duziko, lo seguí. Y repetía la prueba tantas veces como fuera necesario. Muy a menudo tenían conversaciones de este tipo, hasta tal punto que un extraño los hubiera tomado seguramente por viejos chochos o pobres locos en libertad, cuyo lugar normal hubiera sido el abrigo. Un día, en Alexandropol, iba yo, como de costumbre, a bañarme de madrugada en el río Arpa-Chai. El tribunal lo absolvió porque la encuesta probó que el zapatero Ivanov importunaba al teniente K De ligero, Pogossian se levanta dando un grito y veo una enorme falangia amarilla5 que huye bajo sus pies.
